TALLER DE MÚSICA GENERA UN IMPACTO POSITIVO
EN LA VIDA DE LOS NIÑOS
CHICLAYO, PERÚ.-
La música puede generar un impacto positivo en el comportamiento
de los seres humanos, especialmente si es parte de su formación académica
a temprana edad.
Por ello, pensando en generar una serie de beneficios en la vida de los
menores del Centro de Acogida Residencial (CAR) San Juan Bosco; la Fundación
Lazos de Ayuda, continúa financiando la ejecución de talleres
musicales.
Este programa fue implementado por esta organización sin fines de
lucro para favorecer a la niñez, dotando de instrumentos musicales
de viento de cuerda y de percusión.
Gracias a estas clases, impartidas hace 9 meses por el profesor Mario Frías
Mundaca, los integrantes del albergue ubicado en el kilómetro 10
de la carretera Pimentel en Chiclayo, pueden aprender a tocar varios instrumentos
y obtener una serie de ventajas para mejorar su capacidad intelectual, su
forma de expresión y autoconfianza.
El maestro Mundaca, destaca que gracias al taller de música, los
jóvenes están mostrando responsabilidad, interés, dedicación,
entusiasmo y un progreso sostenible.
Al aprender a tocar un instrumento, los alumnos pueden obtener una serie
de beneficios cognitivos como mejorar el sueño, agudizar su memoria
y aliviar el estrés.
“Ejecutar un instrumento musical es una de las mejores formas de estimular
las habilidades cognitivas y sociales en los jóvenes. Con ello, se
ejercitan habilidades cerebrales básicas, se agudiza el oído
y mejora la capacidad de expresión”, expresa. El profesor Mundaca,
contratado por la Fundación Lazos de Ayuda, subraya que uno de los
mejores beneficios para estos jovencitos al asistir a estos talleres de
música es a nivel personal. “Ayuda a la autoestima de los jóvenes
ya que ellos al tocar un instrumento sienten que pueden lograr muchas cosas
si ellos se lo proponen”.
Quienes integran este programa, que bien podría ser un semillero
de talentos, tienen entre 13 y 18 años y poco a poco van mostrando
un positivo avance y evolución en el dominio de la guitarra, el piano,
el cajón y el órgano.
A través de las melodías, estos menores encuentran mayor entusiasmo
por la vida y así expresan su agradecimiento a la Fundación
Lazos de Ayuda por su apoyo y patrocinio.
Y es que la música es el alimento del alma.